Abarca mundos, pero nunca intentes abarcarme,

almaceno tu palabrería más ruidosa con sólo mirarte.

Walt Whitman.

sábado, 22 de agosto de 2009

Te espero en: 40°26′N 3°41′O / 40.433, -3.68340°26′N 3°41′O / 40.433, -3.683

Se encendieron las lucecitas, había que ponerse el cinturón, iban a aterrizar. Miró por la ventana y le dio la bienvenida el amanecer de la ciudad de los sueños que nacen y los aviones que despegan. Le dio la bienvenida su Madrí, como ella decía con esa encantadora chulería inconsciente que se respiraba en aquella ciudad mágica. Se agarró tan fuerte al reposabrazos que los nudillos se le pusieron blancos, odiaba los aterrizajes.
-Odias los aterrizajes.-había dicho ella cuando le conoció, con esa espontaneidad y ese gesto impaciente que la caracterizaba. Él lo negó y supo que había perdido cuando sonrió con indulgencia y le regaló otra perla sobre la ciudad que amaba, una de esas cosas que no se encuentran en las guías.
-No te gustará Madrí, es un continuo aterrizaje.
Ella era un continuo aterrizaje, una turbulencia, era como salir del metro de Banco de España viendo la luz rojiza caer sobre el Retiro, era cruzar la Gran Vía por medio sin mirar, era Madrid en estado puro.
Aquel día comprendió qué quería decir la chica de los ojos de luna cuando hablaba de Madrí, pero le gustó, se enamoró de la ciudad del "No pasarán", del viento del pueblo, de los locutorios dónde se hablaban mil idiomas...

2 comentarios:

Djuna dijo...

encantador.
aterrizar: caminar por el borde de una copa de vino que no embriaga sino que te pone los nervios en polos discontinuos.

seykozz dijo...

Me encanta madrid... la verdad, no me importaria vivir alli!!!


Como van las vacaciones??? cuentame algo interesante, una sopresa y que sea un regalo! jajajaja


PD: no vale un huevo kinder.. jaja

besosss de madri!