Abarca mundos, pero nunca intentes abarcarme,

almaceno tu palabrería más ruidosa con sólo mirarte.

Walt Whitman.

martes, 13 de abril de 2010

Odio las empresas de telefonía: me han tenido sin conexión muchos días.

Odio segundo de bachillerato: me va a tener unos días sin conexión.

Hecho de menos blogger. Really.

Corto y cambio.

M.

PD: Puede que de vez en cuando actualice el nuevo lugar egocéntrico en el que podéis encontrar opiniones infundadas sobre asuntos sin ningún interés general. Se llama Nunca intentes abarcarme. Sed buenos, o si no contadme todas las maldades.

domingo, 28 de marzo de 2010

Honky Tonk Women

No es que a Nellie no le gusten las fiestas, pero esta se le está haciendo un poco larga y a veces necesita estar a solas y fumar. Fue Mike el que les enseñó a todos. El primer día de cuarto curso, estaban en el baño, planeando una broma de bienvenida y Mike se sentó encima del lavabo, sacó un cigarrillo y un mechero y lo encendió. Lo hizo con tanta naturalidad que no cabía duda de que lo había ensayado. Les ofreció uno a cada uno, Jake fue el primero en aceptar, porque, claro, no iba a quedarse atrás, después Brian y, por último, con reservas, lo aceptó Nellie, porque no quería ser la niña responsable y vulnerable, otra vez. Fue la única que no tosió ni se puso roja a la primera(a la segunda, sí). Fumaron uno cada uno y luego otro más, compartido entre Mike y Nellie, pasándolo de mano en mano, enredándose con el humo, saboreándose los labios en la boquilla, tocándose los dedos.
De todos ellos a la única que le quedó el vicio fue a Nellie, le gusta el sabor del tabaco, que nunca sabe a hierbas quemadas enrolladas en papel. Sabe al baño de los chicos y a romper las reglas. Sabe a secretos compartidos y bromas que nadie más entiende. Sabe a la chaqueta de cuero de Mike y a ser parte del grupo. A "no me importa si me hace daño, es mi cuerpo y yo decido... yo y no mi madre". Sabe a rebeldía.
Jake sólo fuma cuando salen o cuando beben si Mike enciende uno, porque dice que es malo para la resistencia de un futbolista, tal vez tenga que ver con que Weis suele decir que no le gustan los fumadores.
Brian fuma cuando hay chicas delante, porque Nellie dijo una vez que Humphrey Boggart es sexy fumando.
Nellie fuma, a veces, cuando se queda estudiando hasta tarde, por las noches, junto a la ventana, cuando salen por Londres, cuando discute con su madre. Pero no siempre que se queda estudiando, ni todas las noches, ni siempre que salen, ni con cada discusión. Nunca como rutina y nunca cuando está realmente nerviosa. Porque para dependencias tiene suficiente con Mike, muchas gracias. Precisamente por eso nunca lleva mechero.
-¿Necesitas un caballero andante que te encienda, rubita?-Mike es doble significado perpetuo y sonrisa obscena eternamente, pero no suele serlo a solas con Nellie.
-Con un mechero me vale, gracias.-maldito, maldito, maldito motero insustancial.
-Normalmente las chicas se fuman el cigarro después, ¿sabes?-está usando la maldita sonrisa, esa con la que se camela a las profesoras y las alumnas, esa con la que provoca sonrojos hasta en las mejillas más severas, pero por primera vez en su vida no sabe a dónde le va a conducir.
Ella no está dispuesta a retroceder y dejar que haga el gamberro solo, como si fuera otra niña tímida que se fuese a llevar a la cama. De ninguna manera. Ella es Nellie Cornwell, la chica que va con los tres gamberros, la que les enseñó a los Rolling, el cerebro pensante de algunas de las más sonadas gamberradas y el brazo ejecutor de otras, ella no se echa atrás. Si Mike apuesta dos, ella dobla la jugada. Siempre ha sido así, desde pequeños y las hormonas no van a trastocar tan antiguas tradiciones. Faltaría más.
-Dicen que la nicotina es un buen sustitutivo de las endorfinas... yo que tú me pensaría qué es exactamente lo que haces mal.-si Mike no estuviese perdido hace tiempo, esa sonrisa traviesa hubiera obtenido como respuesta un infarto, se hubiese enamorado como un bruto, a tontas y a locas, con todo el corazón.
-Generalmente no acepto lecciones, pero puedo hacer una excepción si te empeñas de esa manera, guapa.-alguien ha cortado los frenos y Mike ni piensa en ir al taller. Nellie es harina de otro costal.
-Mira, creo que te buscan-y señala con superioridad a la chica de antes, que le busca por la casa-ves a decirle que no te has perdido.
Que equivocada estás, rubita.
-Y que si no se sube tanto la falda y usa un tinte menos artificial, puede que incluso pueda andar por el Soho sin demasiadas propuestas.-Mike sonrie descaradamente cuando lo oye, porque eso, ladies and gentlemen, ha sido el primer ataque de celos registrado de miss Razón.
___
-Has jugado bien, Jake.-había dicho mientras se iba. Pero él se acaba de dar cuenta de que no tiene importancia. Porque Rose le ha llamado Jake. No ha dicho Collins, no ha gritado que la olvide ni que es un chulo malcriado. Le ha llamado Jake. Y en ese momento, le gustaría ser un delantero mucho peor y un hombre un poco mejor. Si eso es lo que llaman madurar, su entrenador le va a regalar pañales y a obligarle a comer papilla. Pero es que Rose le ha llamado Jake. Que Mike tire la bola de cristal, en su puñetera vida va a ser un buen futurólogo.
¿Qué tal Seychelles para la luna de miel?

jueves, 25 de marzo de 2010

Pablo es nombre de poeta. Pienso en Pablo y me viene a la mente su olor a biblioteca, a tinta de máquina de escribir, a sueños. Es escuchar Pablo y sonreír recordando sus teorías acerca de la vida y la muerte y esas cosas que nunca entenderás. Porque Pablo no es sólo un nombre. Pablo es sonrisas los miércoles por la mañana y bostezos el resto de la semana. Pablo es indignación cuando ve los telediarios y un día de septiembre, el que más te guste. Pablo es anotaciones en sus libros y una sonrisa distraída. Pablo es miradas disimuladas a Clara y un cuaderno lleno de historias. Pablo es los Beach Boys en invierno y Charlie Parker en verano. Pablo es un desastre y muchas ganas de comerse el mundo.

jueves, 11 de marzo de 2010

191.

191 es un número triste. no triste como que nadie se acuerde del nombre del batería de Cream. no. triste como que se acaben todas las sonrisas un día al año. triste como que se te haga un nudo en el estómago al pasar por la estación. triste como una sirena de ambulancia. triste como el llanto de una madre. triste como los apuntes esparcidos de aquella chica que no fue a la universidad. triste como volver a tener doce años y temblar delante de la tele. triste como no poder marcar el número de las personas que quieres en el móvil, porque te tiemblan los dedos. triste como montones de lazos negros por todas partes. triste como la intolerancia. triste como el fanatismo. triste porque preferiríamos seguir divididos en Athletic o Real Madrid a estar unidos por 191. triste como un tren que nunca llega a la estación. triste como más de media ciudad en la calle, bajo la lluvia. Porque Madrid lloró mientras gritábamos que no lo íbamos a tolerar. triste como si te faltaran 191 sonrisas.
triste.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Tiny dancer

Ha surgido sin planearlo, pero siempre pasa. Pasó la primera vez, en aquella sala de castigos y pasa ahora en la fiesta porque alguien ha ganado algo(ni siquiera Jake recuerda que la liga vuelve a ser suya o que Rose le ha sonreido)y todos lo celebran pero se sienten aislados de los demás. No es algo que hagan a propósito, pero todos han notado, aunque ninguno lo diga, que cuando no están juntos planeando maldades o mirando uno para cada lado en silencio o haciendo bromas acerca de la obsesión de Mike por la sexualidad de Jagger, sienten una especie de vacío que baila un recatado pasodoble con sus intestinos. Jake, Brian y Nellie están en la terraza cuando entra Mike, que da un bufido y pone los ojos en blanco, a nadie le engaña el teatrillo, hay demasiada euforia en sus ojos al tirarle un mechero a Jake que coge al vuelo y componer una sonrisa irónica.
-Vaya panda...-echa un vistazo alrededor con mirada crítica-Nellie es una chica, Jake siempre lo ha sido, Brian es un bastardito...-pero la voz teatralmente indignada de Jake le interrumpe en sus evaluaciones.
-¿Y tú?
-Yo tengo sueños obsesivos con Jagger y Richards... y mucha saliva-dice con una expresión tan seria que les obliga a deshacerse en carcajadas-Eso, reíros, judas, pero al final voy a acabar yendo al psicólogo y... y si me dice que me quiero meter en la cama con mi madre, vosotros pagaréis las consecuencias.
-Y la corona de flores, cuando te suicides, no te preocupes-dice Brian entre dientes con esa media sonrisa tan británica, tan punzante, tan salvaje en su comedimiento.
-¿Corona de flores? ¡Que gilipollez! Paso, yo lo que quiero es que haya música-clava la mirada en Nellie-Nell se encarga de escojerla, pero nada de mariconadas de jazz ni de cantautores ni nada de eso, algo de los Ramones o de los Sex Pistols o... y si escucho los temas blandos de los Beatles, vuelvo en espíritu a atormentarte, rubita.
-¿Por qué ella?-inquiere Jake molesto-reemplazas a tu mejor amigo por la primera chica que pasa-lo dice con todo el "dramatismo Collins"del que es capaz, sacándole la lengua a Nellie que le fulmina con la mirada, porque nada es serio y Nellie no es una chica, es... una Nellie.
-Porque, tío, a tí te gustan los Beach Boys-lo dice como si su amigo fuese un asesino de masas.
-Siempre supe que una rubia pelandrusca acabaría con lo nuestro.
-¡Eh! Rubia pelandrusca lo será t...
-Oh, Jackey, tú sabes que te quiero, tómame aquí y ahora-la imitación melodramática de Mike hace reír a Brian y Nellie, que se olvida de pegar a Jake.
-¿Ni siquiera vas a besarme primero?-y ambos comienzan a meterse mano entre carcajadas, puñetazos, insultos y amenazas de muertes horribles para todos sus parientes. ¿De verdad le harías eso a mi madre? Tú sí que eres un amigo, Jake.
-Lo siento, Mike, pero tengo que dejarte, he decidido que quiero intentarlo con Nellie.
-Ni lo sueñes, Collins, ella me prefiere a mí- le dedica una sonrisa deslumbrante a Nellie-¿a que sí, nena?-mira a Jake con compasión-pero no te lo tomes a mal, tío, cualquiera parece feo a mi lado...
-Si me eliges te hago los deberes una semana.
-Nah, me quedo con Brian, lo siento chicos-les mira divertida mientras le tiende una mano a su amigo que con una mirada de superioridad, la acepta-vamos, Brian, me encanta esta canción.
-Nos han dejado plantados.
-Si, te lo dije, esa rubia es una pelandrusca.-dice con una risita.
-Bueno, tendremos que buscarnos a otra-se encoge de hombros-y que sepas que era una broma, tu eres muy guapo, Jake.
-Muchas gracias, Mike-ante todo educación, que para eso son británicos, coño.
Suena I'm free, Brian y Nellie bailan juntos mientras hablan y a Mike hasta ahora los Who no le gustaban tantísimo, tío se pregunta si de verdad saben lo que dicen cuando hablan de la libertad. Él cree que no. La libertad no es eso. La libertad son los gritos escandalizados de la señora Houghton, la voz de John en Twist and shout, Jake y Nellie cantando a dúo en un concierto de los Ramones. La libertad son peta-zetas estallando en la lengua y el escote de Amy Sherman en tercero. La libertad son las carcajadas sin sentido de Nellie y Brian, con quince años y todo aquel humo rodeándoles. La libertad se parece bastante a la voz de Nellie hablando de música. De viajes por el mundo. De poesía. A la voz de Nellie.

viernes, 26 de febrero de 2010

Doo Doo Doo Doo Doo(Heartbreaker)

Después de todo sólo es una final. No importa que si ganan sea la tercera consecutiva. Más de lo que jamás ha conseguido ningún equipo de fútbol en ese colegio. Nunca. No importa que cuando ha mirado a las gradas Rose estuviese sentada junto a Nellie, con esa sonrisa por la que se siente con fuerzas de ganar todos los campeonatos del mundo. No importa. Entonces, ¿por qué narices tiene esa sensación de haberse tragado un yunque? Oh, admirar todos al delantero estrella del colegio, al héroe que(junto a Mike)robó la ropa interior de miss Jones y la colgó en el árbol de navidad de la entrada, al cerebro de la mítica "evasión del 68", temblando como una cría. Como diría Mike: ¡huevos, Jake!
No es el que Jake le dedicase el gol decisivo a Nellie con una especie de saludo militar que hizo que la rubia se partiese de risa, lo que le había revuelto el estomago, probablemente tampoco tuvo que ver la espectacular(o eso decían todos, Rose de fútbol entendía poco)jugada con la que lo había conseguido, definitivamente no era eso. Tenía la sospecha de que el desencadenante podría tener algo que ver con un brillo en los ojos de cierto deportista aventajado cuando había bajado con Nellie al campo a felicitarle, o tal vez con cierto intercambio mientras él se abrazaba a Mike.
-¿Cuando vas a salir conmigo, Weis?-había soltado a voces, por encima de los cánticos victoriosos de sus compañeros que esperaban otras sonadas calabazas sin mucho interés.
-Cuando pierdas un partido, Collins.
-Haberlo dicho antes, hoy ya hemos ganado-le había dicho regalándole esa sonrisa gamberra y esperanzada que usaba tanto últimamente. Después se había ido con Mike, haciendo como que ignoraba a las chicas que revoloteaban a su alrededor y peinándose.

Tal vez hubiese bebido un poco, pero conocía lo suficiente a Nellie como para saber que ese brillo travieso en la mirada no tenía nada que ver con el alcohol y que esa sonrisa misteriosa no tenía nada que ver con fútbol. Dios, ojalá no tenga nada que ver con fútbol.
Nellie cree, piensa, opina, que ya está bien. Que Mike tiene que dejar de susurrar. Que Mike tiene que dejar de humedecerse los labios. Que Mike que dejar de robar el oxígeno de la habitación(no lo dice porque esté loca por él desde... bueno, desde que tiene edad para estar loca por alguien, porque sí, lo sabe, y es suficientemente madura para admitir que está perdida por él, aunque jamás lo confesaría)es que realmente, Mike, acapara el oxígeno de ese apartamento que pertenece a alguien del equipo de Jake donde siempre celebran las grandes victorias. Observa con indiferencia(o no tanta)cómo tontea con una chica, porque francamente lo tiene superado, ellas desfilan una tras otra por los rincones oscuros del colegio y de la mente de Mike, quien a la mañana siguiente le cuesta recordar el color de su pelo y su nombre. Jamás cambiaría lo que tiene con él por ser una más de esa lista, pero, a veces, le gustaría ser ella la que ríe como una idiota mientras Mike le susurra una canción de los Rolling al oído. Mierda, encima ese disco se lo prestó ella. Nellie acaba de decidir que Mike necesita probar un poco de su propia medicina.
Her mother said she had no chance, no chance!
Nota: Me parecía muy largo para publicarlo entero, pensé que os aburriríais... pero ya está escrita la otra parte, si os gusta ésta, publico pronto la otra... a ver qué os parece. Besos y suerte con los exámenes a los que loa tengan ;)

domingo, 21 de febrero de 2010

Tenía cuatro años cuando no le conoció. Cuando no despeinó su pelo suelto, porque mamá estaba harta de que chillase cuando le hacía coletas, y le dijo que era una niña muy guapa. Tenía cuatro años cuando no le miró altiva y abrió un libro y se puso a leer, provocando las risas de todos, porque a las niñas de cuatro años que no les gusta jugar con muñecas, tampoco les gusta que les digan que son muy guapas(y menos si las hablas como si fueran unas pequeñajas de tres). Pero les gusta que las miren alucinados cómo devoran un libro tras otro, mientras dicen en susurros a sus complacidos papás que lista es esta niña. Eso las gusta un montón, casi más que mezclar peta-zetas y pica-pica en la lengua.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Everybody's got something to hide except me and my monkey.

Ha habido un par de chicas(bueno, un par de pares)la mayoría en verano, cuando la piel color chocolate y el brillo de sus ojos negros se difuminan lo suficiente como para creer que puede olvidarla. Jake siempre ha sido un poco ingenuo. Pero tiene muy claro lo que quiere. Quiere a Rose Weis. Y tiene muy claro que ella le quiere a él. Porque ella le quiere, ¿sabes? Sí, le quiere. No es que Jake sea sordo(aunque Nellie se lo diga cuando canta), ha oído perfectamente cada vez que ella le dice no, Collins y después todas esas cosas que le harían tanta gracia si no se las dijese a él. Pero también se ha fijado, porque Jake siempre se fija en todo(bueno, en todo lo que tenga que ver con Rose)en que, últimamente, cuando le rechaza, ha dejado de mandarle a criar lechugas a la Antartida y que cuando le pide que vaya con él al cine ya no le mira como si fuese un gusano aplastado ni le dice preferiría masticar cristal, simplemente suspira y le dice que no, que pruebe con Houghton, que te está mirando con ganas. A un hombre menos optimista que Jake podría parecerle que eso no significa nada, para Jake lo significa todo. Se lo cuenta a sus amigos, no porque dude de su intuición, sexto sentido, llamadlo X, el caso es que está loca por mí, tíos, sino porque no está seguro de qué nombre ponerle a su primer hijo en el caso de que sea un niño(si es una niña le pondrán Rose, por supuesto). Le pregunta a Nellie, que para eso es amiga de Rose y debería saber que nombre quiere ponerle a nuestra hija. Nellie opina que Jake es un poco demasiado optimista, pero no lo dice, porque a él le hace ilusión y, en el fondo, ella también piensa que a Rose empieza a gustarle el acoso y derribo de Jake. Pero si Mike quiere decir algo, lo dice, sin pensar, por supuesto.

-Jake, tío, tienes fe para fundar una religión tú solo, a ver... vamos a pensar en qué momento de estos años Weis ha manifestado tan solo una mínima simpatía hacia tí...-se lleva la mano a la barbilla, simulando que lo considera ante la mirada indiferente de Jake que piensa que si no fuera tan jodidamente cínico, Mike sería un buen nombre.

Sonrisa traviesa, mirada chispeante y las manos en los bolsillos, se dirige hacia ella, otra vez. Insoportablemente chulo. Descaradamente guapo. No es que Rose se fije mucho en eso, no claro, y mucho menos si se trata del engreído de Jake... ¿Jake? ¡No, Rose, de Collins! ¡CO-LLINS! Ella no es como esas tontas de su club de fans que van por ahí haciéndole caídas de ojos y esas cosas. Ni siquiera tiene que ponerse a recitar mentalmente las cinco declinaciones de latín o los pronombres personales o los verbos cuando se inclina sobre ella y le susurra al oído que salga con él, por probar, es que cantando creo que ya te lo he pedido. Porque tampoco nota que Jake huele a hierba del campo de fútbol, a helado de menta y chocolate y al atardecer después de un día agotador en el campo, claro que no, francamente, que estupidez. Tampoco ha notado que ha madurado bastante, que ya no se peina cada cinco minutos(solo cada quince), ni se mete con Linton al menos que empiece él(menos en clase de matemáticas porque se aburre)e incluso en alguna clase llega a fingir interés. El muy idiota se peina compulsivamente mientras sonrie en su dirección y le comenta algo sobre lo bien que le sienta el peinado(que no se ha cambiado desde que le conoce). Ego, me, mihi... ¡mierda! ¿como seguía?

-¿Querrías venir conmigo a cenar esta noche?¿Y aunque no quieras vendrás de todas formas?-suelta muy deprisa las dos preguntas, sin respirar, con una mirada esperanzada y los dedos cruzados. Rose sabe que Jake es un chulo, que no se toma nada en serio, que sólo le importa el fútbol y que le presten atención a todas horas, pero ha puesto esa cara de "soy el rey de la madurez y me tomaré tu rechazo con deportividad" y en su mente se ha encendido un cartel de neón que dice ADORABLE. Algún día(uno muy lejano, espera)debería plantearse si sigue rechazando a Jake por costumbre o por ganas. Algún día. Hoy ya tiene preparada la respuesta.

martes, 9 de febrero de 2010

All down in the line

-Nell...
Nell, ¿qué? ¿Nell, pásame un boli?¿Nell, hoy estás muy guapa, déjame copiar los deberes?¿Nell eres una empollona deja de leer? ¿Nell, no tienes ni idea, Lennon es mejor que Harrison? ¿Nell, estás loca cómo va a estar Jagger enamorado de Richards?
Nell. Ella es Nellie para casi todos, señorita Cornwell para los profesores, Elena, compórtate para lady mamá Cornwell, Nells para Jake e incluso pequeñaja, rubia o para Brian, Rose y (siempre)Jake, pero sólo es Nell para Mike y esa voz susurrante, más grave de lo que debería permitirse que suena a armarios oscuros y botones desabrochados. Esa voz que la hace sentir distinta, inestable, burbujeante, vaporosa. Adulta. Nell está a años luz de esa cría rubia que se ruboriza si la miran fijamente, de esa Nellie.
No sabe por qué lo ha dicho, puede que haya sido por esa sonrisa que ha reprimido, como siempre que hace algo que no aprueba pero es gracioso y quiere decir Mike, que tonto eres, o igual ha sido porque ha sacudido la cabeza y esa melena rubiadoradaycobre que lleva por el mundo como si no fuese peligrosa le ha rozado el brazo provocándole un escalofrío, o porque le ha mirado fijamente con esos ojos marrones que no se parecen en nada a la miel, ni a la madera, ni a nada que él conozca, salvo tal vez al whiskey(y quizás sea esa la razón por la que quiere emborracharse de ellos)sin tomarle en serio, con esa chispita de burla con la que siempre le mira, o puede que simplemente la proximidad de sus hombros le estuviera desquiciando. Nunca antes había pensado tantas cosas para hacer con los hombros de una tía, generalmente sus pensamientos no son aptos para menores de 18, pero es que el olor a chica de Nellie le llega más intenso que nunca en todos los años en los que llevan compartiendo pupitre y eso, siendo su mejor amiga es jodidamente injusto, puede ser por muchos motivos, pero el caso es que lo ha dicho y ahora Nellie quiere que continúe y no sabe como decirle que simplemente eso, Nell... No lo sabe porque Mike es así y siempre dice y hace todo lo que le apetece, tanto si tiene sentido como si no, es ese impulso que le ha costado alguna que otra cicatriz, cortesía de mamá y papá Houghton, y bastantes peleas, pero que jamás ha querido ni ha sabido reprimir.
-¿Qué?-susurra Nellie con impaciencia a espaldas de la profesora de Historia que se afana en explicar la Primera Guerra Mundial.
-Que creo que tienes razón, puede ser que Jagger esté enamorado de Richards... la verdad es que si te fijas tiene buen culo-pone la sonrisa de las gamberradas y en un acto reflejo le guiña el ojo a Katie que se ha girado al escucharle, porque tal vez Jagger esté enamorado de Richards, pero, enamorado o no, no deja de ser músico, ¿a que no?.
Nellie sonrie, pone los ojos en blanco y mira a la pizarra. Mike acaba de decidir que la sonrisa de Nell es demasiado bonita para una guerra, por muy mundial que sea, tío.

viernes, 29 de enero de 2010

The kids are alright

-No lo entiendo. No entiendo como puedes ser amiga suya. Son unos chulos arrogantes que se creen un regalo del cielo. Collins va siempre por ahí guiñándo ojos a las chicas y creyéndose una estrella sólo porque juega bien al fútbol y el macarra de Houghton, con esa cara de prepotente siempre metiéndose con todo el mundo.-Rose y Nellie eran amigas desde aquellas tres semanas en las que se había negado a dirigirles la palabra. Nellie se sentaba sola a leer en los descansos entre clases y Rose decidió que si ya no iba a todas partes con esa panda de insoportables a los que parecía haber cambiado por media biblioteca nacional(Whitman, Boudelaire, Cummings... de todo menos rusos)tal vez no era tan insípida ni tan arrogante como ellos y por fin podría tener una amiga en ese colegio que no la mirase extrañada cada vez que cogía un libro. Desde ese día, Cummings unió los destinos de los dos pequeños bichos raros, se entendían bastante bien pero, de vez en cuando, salía el mismo tema a discusión: Nellie y los tres mosqueteros(Rose prefería Caballeros del Apocalipsis). Nellie puso los ojos en blanco y esbozó una sonrisa enigmática, de esas que Rose prefería no interpretar.
-¿Serviría de algo que te dijese lo de siempre? Que Jake no se cree una estrella y si lo que quieres es que deje de sonreir a las chicas, solo tienes que decírselo, creo que no volvería a pisar el suelo jamás-le dedicó una sonrisa maliciosa a la mirada fulminante de Rose-y que Mike... bueno, Mike es un poco chulo, pero no se mete con cualquiera, te recuerdo que Linton estaba chantajeando a los pequeños de primero...-al torcer la esquina ante sus ojos apareció el panorama de cada lunes: Brian haciendo los deberes a última hora, Jake intentando peinarse mientras tarareaba quiénsabequétema de los Who(Nellie creyó que era Doctor, doctor, pero con Jake nunca se sabe)y Mike magreando a Maggie Sanders.
-Buenos días, princesa. Cada lunes estás más guapa.-la sonrisa brillante de niño bueno de Jake provoca suspiros a su alrededor, pero Rose pone los ojos en blanco y responde con un escueto Collins-Nells-esta vez la aludida le devuelve la sonrisa con un buenos días, Jake, yo también me alegro de verte, a veces pienso que solo me quieres por Rosie... cargado de fingida indignación. Jake rie y se lanza a besuquearla ignorando sus protestas ahogadas entre risas, sus de verdad Jake que era una broma, deeeeeejame y sus creativos insultos que harían palidecer de envidia a cualquier estibador ruso y hacen reir a Brian, a Rose e incluso a Mike cuya risa grave, seca y perruna llega de algún punto en el cuello de Maggie. Jake cambiaría la risa de Rose por todos sus LP's así que no piensa soltar a Nellie hasta que la perversa rubia canija esboza una de esas sonrisas que todos conocen y decide que ya se han reído bastante, parpadea inocentemente y le susurra al oído algo que le hace estallar en carcajadas y gritar vaaaaale, vaaaale me rindo.
Jake y su sonrisa permanente, Collins, el terror de los porteros, cuando sale al campo se entrega al juego como si la vida le fuera en ello, como si todo lo demás no existiese, poniendo cada gota de energía en que la pelota se enamore de sus pies. Hay pocas cosas que le interesen, pero cuando algo consigue traspasar el muro de canciones de los Rolling, caladas a escondidas, carcajadas complices y gominolas, Jake pone el corazón en ese algo, se entrega como se entrega a todo lo que decide que es importante. Y Jake había decidido hacía tiempo que Rose era importante. Muy importante. Tres años de continuos y sonados rechazos no han conseguido hacer mella en su ánimo. Rose le rechazó, la primera vez, a los catorce años, muy colorada y con cara de sorpresa, la última, el domingo por la tarde, mientras hacía los deberes de matemáticas, sin levantar la vista del libro, con una mueca de profundo hastío. Por milésima vez, NO, Collins: y el mismo bla, bla, bla de siempre, tíos. Se había declarado de muchas maneras: por carta, en persona, mediante una pancarta, en susurros, a gritos, cantando, incluso una mañana, todas las pizarras del colegio amanecieron con la misma inscripción en tiza de colores Te quiero, Rose Weis y por megafonía le dedicó All you need is love, pero nada parecía ablandar el corazón de la chica.

jueves, 21 de enero de 2010

Let's spend the night together II

Jake había abandonado el tarareo de Love me do para cantarla a voces con la letra de Let's spend the night together, lo que, en principio, a nadie le habría parecido posible. Mike se revolvió inquieto en el suelo, Nellie no era de las que dejaban pasar las cosas como si nada. Cuando Ed-debería comprobar que esa preciosidad tiene quien parta brazos por ella-McClintock llegó un lunes con el brazo escayolado y evitándola, ella supo que habían sido ellos, así que les encerró en el baño y les torturó durante horas de esa manera perversamente inocente que solo las rubias chiquititas con olor a mandarina y camisetas de los Rolling saben, ninguno confesó. La nenaza de Jake estuvo a punto, pero, entre colegas, nobleza obliga. Nellie es la criatura más peligrosa que Mike ha conocido y conoce técnicas que harían estremecerse de culpabilidad al mismo diablo, el diablo también es una nenaza. Si en algún momento tuvo tentaciones de confesar, de que Nellie dejara de pensar que lo habían hecho por sobreprotección o por que eran unos niñatos avocados a la delincuencia y a la brutalidad, pensaba en la cara que pondría si supiese lo que ese gilipollas tenía pensado hacer con ella y se le quitaban las ganas al imaginar su cara de decepción o incluso sus lágrimas, porque Nellie nunca lloraba(y menos delante de ellos), pero suponía que era una de esas situaciones. Mike sólo recuerda flashes de aquel viernes en el que supo lo que era ser capaz de matar. Recuerda estar en uno de los retretes del baño con la puerta cerrada fumando y haber escuchado hablar a ese desgraciado. Recuerda cada palabra que dijo y cada inflexión en su depravado tono de voz. Cuando tuviese a la niña a tono y desnuda, su amigo entraría y haría un reportaje fotográfico completito. Mike oía la sangre correr en sus oídos. Se sintió incapaz de moverse hasta que pasaron unos minutos, para entonces ellos ya se habían marchado. Corrió hasta encontrar a Jake y contarle todo. A partir de ese momento Mike recuerda retazos: a Jake sujetándole para que no fuera en su busca y le destrozara la cabeza, a Brian aconsejando que se lo contaran a Nellie y finalmente acorralarle en el aparcamiento vacío después de haber aguantado ver como besuqueaba a Nellie para despedirse. Recuerda que no lo negó y que al principio hasta parecía reirse. Recuerda el sonido de su brazo al romperse como una liberación. Nadie iba a hacer llorar a Nellie. Nunca.
-¿Y qué hizo para molestar a sus majestades?-enfadada, intrigada, colocada, intento de serenidad: Nellie.
-Dijo que Mick Jagger era un gilipollas.-no es que mentir descaradamente le fuera a dar resultado con ella, pero al menos la distraería un rato.
Después de lo de McClintock estuvo sin hablarles tres semanas de las que Mike solo recuerda a Jake quejándose y tratando de hablar con ella, las disculpas torpes de Brian y su repentina obsesión con los cítricos, él, que jamás comía nada que no tuviese madre y padre. A las tres semanas volvió a hablarles porque aunque seáis unos tarados sois los únicos en el colegio que sabéis pronunciar Disraeli Gears(el nombre de ese LP que acababa de publicar la banda nueva de Clapton y que sonaba tan nuevo, tan a noche haciendo cola para algún concierto de los Who). Sabía que, aunque no se lo contaran, tenían una razón.

miércoles, 20 de enero de 2010

Debería de haber actualizado ya, pero los dioses de la blogsfera me han borrado toda la entrada que continuaba la escena del baño así que voy a ver que se puede hacer... T_T
Amargamente,
María

martes, 12 de enero de 2010

Let's spend the night together

Nota:Perdonad los saltos temporales, es cosa de la historia, que se cuenta sola y sin atenerse a estructuras lineales... tan rebelde como Mike :P. Y Gracias por los comentarios, me hace mucha ilusión que os guste :)
El puto colegio, la estúpida junta directiva y la de accionistas, formada por millonarios avasalladores que se creen con derecho a imponer sus caprichos por financiar los delirios napoleónicos del fascista del director, lo han decidido. Gilipollas.
Brian les había informado el lunes por la mañana.
-Nos han colocado una convivencia el fin de semana. Obligatoria.
-Suputamadre. Yo paso. He quedado. ¿Alguno se apunta a fumársela?-puro Mike, malhablado por definición.
-Va-Jake y su sonrisa de travesura permanente, dispuesto a romper las reglas veinticuatro horas al día, siete días a la semana, todas las semanas del año.-¿por la ventanilla del baño como la última vez?
-Caballeros permitanme que añada el punto de cordura-Nellie y su voz de irónica censura, sensatez en dosis tolerables-los Houghton se te echarán encima si se enteran que no has ido Mike.
-¿Y qué? Como siempre, entonces. Nellie, te estás volviendo una chica decente, seguro que has hecho hasta los deberes...-para Mike cumplir reglas que no son las suyas siempre es absurdo. Nellie decidió darle por imposible y atacar por el lado de Jake, donde sabía que no podría perder.
-Pues Rose va a la convivencia.-sonrisa cómplice, mirada sugerente y... ¡bingo! Jake había caído, Mike caería por el peso de su persuasión y Brian, Brian era el que menos atraído se sentía por romper las normas, los otros tres, por mucho que renegasen de ello tenían un apellido que velaba por ellos, Brian suponía que sea quien sea ese tío su padre también había intervenido alguna vez y por eso seguía en el colegio, pero no podía sentir la seguridad que los otros tenían de que si no era en esa cárcel, sería en otra, joder.
Mike pasó toda la semana quejándose porque de quedarnos a la reunión sectaria esa a lamer culos como el asqueroso de Linton hay un aprobado, colegas pero Jake no le hizo caso, estaba emocionado con la perspectiva de un cambio de estrategia en la conquista de Rose, quien en tres años, desde que se conocían, no se había dignado a sonreirle, aunque le había declarado su amor eterno de todas las maneras que se le ocurrieron(y Jake tiene mucha imaginación, demasiada para su propio bien). Pero para ella siempre era el chulo malcriado de Collins.

Viernes por la noche. Baño de chicos. Mucho humo. Carcajadas ahogadas. Y ese olor que Nellie siempre asociaría con sus años en el colegio.
-Venga, ya, ¡Nellie! cuéntanos...-la mirada incitadora de Mike y la mueca obscenamente sexy en sus labios que tantas veces le había visto emplear con las chicas antes de desaparecer con ellas en algún rincón oscuro. Tal vez fuera el whisky que pasaba de mano en mano, tal vez fuera la marihuana, tal vez fuera la melodía de Love me do que Jake tarareaba entre dientes. Tal vez fuera el emocionante cosquilleo que siempre le provocaba la mirada de Mike. Pero sintió un calor que tenía poco que ver con el lluvioso Marzo londinense de 1969.
-No pienso contaros nada, no quiero que que se rompan más brazos por mi culpa.-dijo con un enfado que en ese momento, gracias al whiskey y a la hierba, no sentía, pero que no estaba mal recordarle a esos tres tarados.
-Jamás le hemos roto un brazo a nadie por tí- y sonrió el caradura con una inocencia que, si Nellie no le conociera, podría pensar que es toda suya.
-JÁ-Dios, como le gustaría enfadarse con él, sería más fácil si no fuera tan condenadamente guapo, el desgraciado, si no sonriese de lado de esa forma que francamente haría a cualquiera perder el aliento, que te hace pensar en delitos. Porque Mike es peligro. Es el sexo como jamás te hubieras imaginado. Ese chico con el que mamá desearía que no te encontraras nunca. Porque una vez te encuentras con él, no hay escapatoria. Mike, Mike, Mike, Mike y esos ojos azul tormenta que provocan incendios, que hacen que la ropa moleste, que te invitan a pecar de tantas formas que habría que inventar algunas nuevas.-¿y McClintock?
Se le ensombreció la expresión, dió un trago al whiskey y desvió la mirada antes de contestar.
-Ese gilipollas se lo merecía.

lunes, 4 de enero de 2010

Something

La primera persona con la que Jake se confesó fue Nellie. Nellie, voy a casarme con Rose. Lo dijo sin asomo de burla, tan serio como no recordaba haberle visto nunca, así que Nellie se limitó a asentir, porque si tres años junto a Jake le habían enseñado algo era que, cuando Jake quería algo, lo conseguía, no de la manera asfixiante e intensa en que Mike consigue todo, sino con la tenacidad y el inquebrantable ánimo que Jake emplea desde que se levanta hasta que se va a dormir.
Desde ese momento y para sorpresa de todo el colegio, Rose Weis, la alumna nueva que había llegado con las mejores recomendaciones, que hablaba un francés perfecto y que valoraba la responsabilidad por encima de todo, se convirtió en el motivo por el que Jake Collins, el gamberro descarado que enamoraba a las chicas con sus sonrisas inocentes, suspiraba abiertamente. A Mike se lo contó al día siguiente, aunque ya lo sabía, claro, nunca había sabido ocultarle cosas.
Hasta ese flechazo todo el mundo estaba seguro de que Jake y Nellie tenían algo. Nellie se partía de risa con esos chismes y Jake fingía ofenderse porque ella ni se lo plantease. Lo cierto es que sí tienen algo, mucho, en realidad. La relación de Jake y Nellie siempre estuvo más allá de la amistad, se adoran, Nellie siempre fue la hermana(a veces pequeña, otras mayor)que nunca tuvo, Jake siempre fue su Jake, pero no tenía nada que ver con lo que todos pensaban. En lo que a ellos cuatro respecta, nunca nada tiene que ver con lo que todos dicen.
Cuando estaban en cuarto, Nellie tenía un amigo, Mike siempre decía es maricón perdido, tío con ese aire condescendiente que usaba cuando estaba molesto por algo y ella le ignoraba, porque entrar en el juego del niñato malcriado, egolatra y asfixiante de Mike es siempre un error, al poco tiempo quedó claro que Ed McClintock no era gay.
-Es un gilipollas salido, va a lo que va.
-¿Y a qué va, Mike?- fingía inocencia Nellie, tratando de hacerle sentir incómodo, pero Mike jamás se sentía incómodo hablando de sexo, Mike era el sexo. No le gustaba como ese capullo oligofrénico miraba a Nellie, como si fuese un pedazo de carne, como él miraba a todas las tías, pero Nellie no es "todas las tías", joder, y nadie, y mucho menos ese estúpido que la había encandilado hablandole de todos esos capullos rusos que escribían basura existencial, debería mirar a Nellie así. Nadie. Nunca.
Nellie es inteligente y guapa, a Mike siempre le ha sorprendido que los tíos no se tiren a sus pies, además ha notado que cada vez que se ríe hay como más luz en la habitación, que el ambiente se vuelve más ligero y todo el mundo parece mucho más guapo, pero es demasiado ingenua para entender a los tíos como Ed. Es demasiado buena. Él siempre ha pensado que Nellie es como una mandarina, tienes que ir más allá de la piel para encontrarla, pero una vez la encuentras, lo inunda todo con su esencia, con su olor entre dulce y ácido, esa extraña combinación que le perturba y juega con su cerebro, que le coloca mucho más que la marihuana. Mucho mejor. A algunas personas puede parecerles ácida, pero Mike sabe que, como las mandarinas, es cuestión de cogerla a tiempo. Lo que no quiere decir que Mike quiera cogerla a ninguna hora, no es eso, tío, es solo que la conoce bien y el hecho de que quiera sacarle las tripas y hacérselas comer al anormal impotente de McClintock no quiere decir que esté celoso, sólo quiere cuidar de su amiga, que necesita desesperadamente dejar de sonreir de esa manera, como si fuera el epicentro del terremoto que le agita por dentro, porque si sigue haciéndolo podrían acercársele más gilipollas como Ed. O como Mike. No es que piense en Nellie de esa forma, definitivamente NO, pero los tíos como él suelen hacerlo y no le gustaría que nadie imaginase como sería que la melena rubia de Nellie te haga cosquillas en la cara mientras juegas con su lengua. Mientras recorres su espalda con tu mano, mientras... Pero eso no quiere decir que a Mike le guste Nellie, claro que no, joder, Nellie es una más, es como Brian y Jake, sólo que, bueno, Nellie es vulnerable, aunque sus puñetazos duelan más que los de Jake y sus suspiros se le claven en algún punto entre el estómago y los pulmones.

sábado, 2 de enero de 2010

I'll stand by you

En su primer curso Jake dijo Me lo pido! mirando al último donuts de la caja y Mike, que había comido hasta hartarse, se lo arrebató de las manos, Mike dijo Me la pido! cuando vio la única silla libre en el fondo de clase de matemáticas y Jake, que iba a sentarse con Nellie una fila delante, se sentó de golpe. Desde el primer día su relación fue una competición continua, con bromas de mal gusto, insultos y empujones, que acababan, invariablemente, entre carcajadas. El primer día del tercer curso, Jake tropezó con mi destino, tío, dijo luego. Tenía los ojos negros, la piel color chocolate y la sonrisa más blanca y brillante que él hubiese visto jamás. Se llamaba Rose. Jake no dijo nada, ni siquiera recuerda si respiró hasta que ella se fue, pero estaba gritando Me la pido, tío. Mike, que ya con catorce años y todo su descaro, tenía fama de conquistador y a medio colegio a sus pies, que flirteaba con todas las chicas por sistema, sin proponérselo, bueno, con Nellie no, porque tío, es Nellie, y que era un chulo rematado y examinaba a todas las chicas de arriba a abajo, vió como su amigo se quedaba embobado con la chica nueva y ni siquiera levantó la vista. Así es Mike, un canalla de pocos afectos, pero extremadamente fiel. Cuando dice que eres su amigo, lo dice de verdad, con todas la implicaciones, hasta la muerte, sin exagerar, porque, no se ha parado a pensarlo nunca, pero Mike mataría por Jake, por Brian y por Nellie y sus ojos insolentes que le miran sin tomarle en serio, que ven más allá que los de todas las demás chicas y que, maldita sea, no le haría daño a nadie que fueran un poco menos intensos.