Abarca mundos, pero nunca intentes abarcarme,

almaceno tu palabrería más ruidosa con sólo mirarte.

Walt Whitman.

domingo, 21 de febrero de 2010

Tenía cuatro años cuando no le conoció. Cuando no despeinó su pelo suelto, porque mamá estaba harta de que chillase cuando le hacía coletas, y le dijo que era una niña muy guapa. Tenía cuatro años cuando no le miró altiva y abrió un libro y se puso a leer, provocando las risas de todos, porque a las niñas de cuatro años que no les gusta jugar con muñecas, tampoco les gusta que les digan que son muy guapas(y menos si las hablas como si fueran unas pequeñajas de tres). Pero les gusta que las miren alucinados cómo devoran un libro tras otro, mientras dicen en susurros a sus complacidos papás que lista es esta niña. Eso las gusta un montón, casi más que mezclar peta-zetas y pica-pica en la lengua.

3 comentarios:

sabenaranja dijo...

me has llegado con lo de los peta zetas y pica pica, de verdad!!
:)

Favio dijo...

Puede callar y sentirse inteligente, indiferente, cambiar la realidad y no dar más...
me gustó el texto, me movió a muchas cosas como el recuerdo soñoliento de la lluvia y los libros..
(creo q no io me entiendo XD)


me encantó
=)

Norae Lebowski dijo...

Toda la razón y eso que el picapica y los petazeta eran lo mejor de lo mejor!
¡un beso!