Abarca mundos, pero nunca intentes abarcarme,

almaceno tu palabrería más ruidosa con sólo mirarte.

Walt Whitman.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Everybody's got something to hide except me and my monkey.

Ha habido un par de chicas(bueno, un par de pares)la mayoría en verano, cuando la piel color chocolate y el brillo de sus ojos negros se difuminan lo suficiente como para creer que puede olvidarla. Jake siempre ha sido un poco ingenuo. Pero tiene muy claro lo que quiere. Quiere a Rose Weis. Y tiene muy claro que ella le quiere a él. Porque ella le quiere, ¿sabes? Sí, le quiere. No es que Jake sea sordo(aunque Nellie se lo diga cuando canta), ha oído perfectamente cada vez que ella le dice no, Collins y después todas esas cosas que le harían tanta gracia si no se las dijese a él. Pero también se ha fijado, porque Jake siempre se fija en todo(bueno, en todo lo que tenga que ver con Rose)en que, últimamente, cuando le rechaza, ha dejado de mandarle a criar lechugas a la Antartida y que cuando le pide que vaya con él al cine ya no le mira como si fuese un gusano aplastado ni le dice preferiría masticar cristal, simplemente suspira y le dice que no, que pruebe con Houghton, que te está mirando con ganas. A un hombre menos optimista que Jake podría parecerle que eso no significa nada, para Jake lo significa todo. Se lo cuenta a sus amigos, no porque dude de su intuición, sexto sentido, llamadlo X, el caso es que está loca por mí, tíos, sino porque no está seguro de qué nombre ponerle a su primer hijo en el caso de que sea un niño(si es una niña le pondrán Rose, por supuesto). Le pregunta a Nellie, que para eso es amiga de Rose y debería saber que nombre quiere ponerle a nuestra hija. Nellie opina que Jake es un poco demasiado optimista, pero no lo dice, porque a él le hace ilusión y, en el fondo, ella también piensa que a Rose empieza a gustarle el acoso y derribo de Jake. Pero si Mike quiere decir algo, lo dice, sin pensar, por supuesto.

-Jake, tío, tienes fe para fundar una religión tú solo, a ver... vamos a pensar en qué momento de estos años Weis ha manifestado tan solo una mínima simpatía hacia tí...-se lleva la mano a la barbilla, simulando que lo considera ante la mirada indiferente de Jake que piensa que si no fuera tan jodidamente cínico, Mike sería un buen nombre.

Sonrisa traviesa, mirada chispeante y las manos en los bolsillos, se dirige hacia ella, otra vez. Insoportablemente chulo. Descaradamente guapo. No es que Rose se fije mucho en eso, no claro, y mucho menos si se trata del engreído de Jake... ¿Jake? ¡No, Rose, de Collins! ¡CO-LLINS! Ella no es como esas tontas de su club de fans que van por ahí haciéndole caídas de ojos y esas cosas. Ni siquiera tiene que ponerse a recitar mentalmente las cinco declinaciones de latín o los pronombres personales o los verbos cuando se inclina sobre ella y le susurra al oído que salga con él, por probar, es que cantando creo que ya te lo he pedido. Porque tampoco nota que Jake huele a hierba del campo de fútbol, a helado de menta y chocolate y al atardecer después de un día agotador en el campo, claro que no, francamente, que estupidez. Tampoco ha notado que ha madurado bastante, que ya no se peina cada cinco minutos(solo cada quince), ni se mete con Linton al menos que empiece él(menos en clase de matemáticas porque se aburre)e incluso en alguna clase llega a fingir interés. El muy idiota se peina compulsivamente mientras sonrie en su dirección y le comenta algo sobre lo bien que le sienta el peinado(que no se ha cambiado desde que le conoce). Ego, me, mihi... ¡mierda! ¿como seguía?

-¿Querrías venir conmigo a cenar esta noche?¿Y aunque no quieras vendrás de todas formas?-suelta muy deprisa las dos preguntas, sin respirar, con una mirada esperanzada y los dedos cruzados. Rose sabe que Jake es un chulo, que no se toma nada en serio, que sólo le importa el fútbol y que le presten atención a todas horas, pero ha puesto esa cara de "soy el rey de la madurez y me tomaré tu rechazo con deportividad" y en su mente se ha encendido un cartel de neón que dice ADORABLE. Algún día(uno muy lejano, espera)debería plantearse si sigue rechazando a Jake por costumbre o por ganas. Algún día. Hoy ya tiene preparada la respuesta.

4 comentarios:

Sheena Rogers dijo...

¡Por fin! Si es que nadie se puede resistir a los encantos de un chulo tan adorable. Francamente querida, entre salir con él y recitar las declinaciones... Piénsalo, eso es casi como masticar cristales xD

Favio dijo...

Las malditas declinaciones me atormentaron tanto en el colegio.. la respuesta se hace esperar y creo q es la contraria a la canción de Arjona no?


=)

Dara dijo...

Si alguien me manda a criar lechugas a la Antártida, allí que me voy con mis manoplas y mi gorro y a la vuelta le traigo tantas que no podrá volver a mandarme allí nunca jamás.


montones
de mimos,
señorita

Álex dijo...

Jake es mi nuevo ídolo xD. Un fan del fútbol que huele a césped y que quiere que todos le presten atención, además de ser tan optimista.Casi asusta un poco xD.